CENTRO DE ATENCIÓN AL CICLOTURISTA
2º Premio Concurso de Proyectos
2009
(Con Iñigo Beguiristáin e Iñaki Bergera)
El proyecto se define con un único gesto, consistente en un plano que conforma una plaza y se pliega para acoger el edificio, resolviendo el conflicto de desniveles que caracteriza el solar.
La disposición del volumen edificado, transversal con respecto a la calle principal, se justifica a partir de la necesidad de acentuar su presencia, el requerimiento de configurar una plaza y la conveniencia de manifestar la silueta prototípica de la casa rural tradicional.
El desarrollo lógico de las funciones principales en planta baja, unido a lo reducido del programa, da lugar a un volumen ciertamente contenido en relación con las viviendas que se prevé construir próximamente y con el edificio del concejo, elevado con respecto a la calle. Siendo así, esta disposición le confiere una presencia adecuada a su carácter público y representativo en el conjunto de la trama urbana. Además, la estrategia de vincular el edificio y la plaza acentúa la dominante horizontal de la intervención y distorsiona la percepción del centro, dándole apariencia de mayor tamaño.
Por otro lado, se atiende al requerimiento de configurar una plaza como espacio previo al edificio, tratando que su área sea máxima en la medida de lo posible y considerando una deseable futura ampliación. A este respecto, se tiene en cuenta que una superficie pavimentada en un entorno desestructurado no constituye por sí misma una plaza. Sus bondades dependerán de su configuración, así como del carácter de los edificios que la acotan y de la frecuencia e intensidad de las circulaciones que soporta. En este sentido, la disposición propuesta del edificio da lugar a la conformación de un recinto acotado. Del mismo modo, la estrecha vinculación que se establece con el centro recreativo-turístico da sentido a la plaza.
La sección del plano plegado se hace evidente en la fachada a la calle principal, evidenciando simultáneamente la génesis del proyecto y la silueta prototípica de la casa tradicional. Esta estrategia proyectual favorece la integración de la propuesta y se vale del valor simbólico que transmite la evocación de la tipología rural para establecer vínculos con la arquitectura contemporánea.
El programa se resuelve procurando la máxima sencillez, flexibilidad e independencia en el desarrollo futuro de los diferentes usos. La configuración de la propuesta permite el desarrollo independiente de la actividad de cada unidad funcional dentro del edificio, sin perjuicio de que el resto de las dependencias permanezcan abiertas o cerradas.
